Con miras a mejorar las condiciones de millones e empleados en el país, a mediados de abril pasado, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto con la reforma que regula el outsourcing, por lo que a partir del sábado pasado 24 de abril entraron en vigor nuevas disposiciones referentes a la subcontratación laboral. Este asunto sin duda habrá de modificar de manera importante e histórica la relación entre empresas y empleados, situación que ahora se muestra manera tangible con el reciente anuncio hecho por BBVA México.

En pirncipio, es justo recordar que la reforma regula el outsourcing, lo que significa que aunque prohíbe la subcontratación de personal, permite la subcontratación de servicios especializados o de ejecución de obras especializadas que no formen parte del objeto social ni de la actividad económica preponderante.

Esta subcontratación deberá presentarse de manera formal con un contrato por escrito, señalando el número de trabajadores que participarán y la empresa tendrá que estar previamente registrada ante el padrón de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS).

Así, queda prohibido que las agencias de empleo o intermediarios intervengan en el proceso de contratación de personal participen en el reclutamiento, selección, entrenamiento y capacitación, entre otros.  Estas empresas no pueden ser consideradas “patrones”, ese rol solo corresponde a las compañías que demandan los servicios de los empleados.

Outsourcing en números 

Ante estos cambios, es justo reconocer que para muchas marcas nacionales e internacionales la contratación vía outsourcing fue por muchos años un modelo utilizado gracias a los beneficios en términos económicos y operativos que suponía. Lo cierto es que, tal como indican muchos especialistas, se trataba de una forma de contratación que afectaba los intereses del empleado.

Cifras de la empresa de gestión de recursos humano, Manpower, indican que hacia finales de 2018, el 80 por ciento de las compañías del país confiaban a las empresas de outsourcing la contratación de su personal.

A pesar de este interés, datos de la empresa Red Ring indican que sólo el 10 por ciento de las empresas que prestan los servicios de subcontratación de personal están en la formalidad y cumplen con todas sus obligaciones patronales.

Ante las nuevas leyes, es cierto que muchas empresas han buscado ampararse, mientras que otras tantas han comenzado el proceso de cambio para adaptarse al nuevo marco legal. Tal es el caso de BBVA México.

Del outsourcing a la empresa matriz 

Y es que el que es considerado el banco más grande de México indicó que ha migrado a 37 mil empleados que se encontraban contratados bajo el esquema de outsourcing a sus matrices, como un movimiento que ya anticipaba el cambio en la Ley de Trabajo.

El anuncio fue dado a conocer por Eduardo Osuna, director general de BBVA México, quien en conferencia de prensa alrededor de sus resultados financieros aseguró “nosotros ya migramos a 37 mil empleados que teníamos en diferentes compañías del banco, sus diferentes empresas donde está la originación de los recursos”, aseguró al tiempo que afirmó que este cambio se realizó desde el 1 de julio pasado, por lo que la quincena pasada ya fue pagada desde BBVA directamente desde el banco reconociendo la antigüedad de los empleados y sin bajar prestaciones. De hecho, aseguró que en algunos casos hubo incrementos.

Ademas de adaptarse al nuevo marco regulatorio, BBVA México podría estar ganando de manera importante frente al consumidor.

Para muchos usuarios el movimiento podría ser visto con buenos ojos, si consideramos que alrededor del outsourcing se han manejado premisas relacionadas con las pocas garantías que entregan lo empleadores a sus colaboradores, situación que hoy por hoy es considerada al momento de entregar la preferencia de consumo.