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Para 2018, Google aseguraba que al estar apagados sus servicios de localización, no se guardaría este tipo de datos
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Sin embargo, la demanda cree que muchas apps y acciones de todas formas recolectaban estos insights en varias instancias
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Algunos de los servicios que presuntamente recolectaban datos de los usuarios eran búsquedas web y reportes de clima
La privacidad de los usuarios es una de las cuestiones más importantes en el entorno de la tecnología desde hace un par de años. Tiene sentido, considerando la forma en la que varias compañías del sector generan ingresos a partir de los datos de su comunidad. O bien, todas las ocasiones en las que agentes maliciosos se han aprovechado de estas amplias bases de datos. Por esa razón, más de una demanda ha quedado pendiente por escándalos del pasado.
Una de ellas es la que está a punto de llevar a Google, una vez más, a las cortes de Estados Unidos (EEUU). De acuerdo con AP, el gobierno de Arizona acaba de interponer una demanda contra la tecnológica por rastrear a sus usuarios sin permiso. El caso asegura que la empresa continuó recolectando datos sobre la localización de las personas, aún cuando ellas eligieron expresamente detener estos servicios. Dicho proceso parte de un reportaje publicado en 2018.
Mark Brnovich, Fiscal General de Arizona, dijo que “todas las marcas tienen la responsabilidad de ser sinceras con sus consumidores”. En este sentido, la demanda busca que Google ceda todas las ganancias que obtuvo al localizar sin permiso a los usuarios. Representantes de la tecnológica apuntan que el funcionario y su oficina tienen una idea equivocada de su negocio. Asimismo, dijeron que la privacidad siempre será una prioridad y buscarán rectificar la historia.
Una demanda más al largo historial de privacidad
No es la primera vez que una compañía de tecnología está en medio de una controversia por la presunta violación de los datos de sus usuarios. En 2018 se le amenazó a YouTube con una demanda por presuntamente no respetar los datos de menores de edad en su plataforma. Por su lado, Facebook recibió un litigio colectivo en 2014 por no acatar la legislación europea. Y hasta Microsoft ha tenido un par de enfrentamientos de este tipo con Estados Unidos (EEUU).
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Al respecto de la actual demanda de Google, no será muy difícil predecir cómo se va a dar este proceso legal. Es muy probable que la tecnológica y las autoridades lleguen a un acuerdo donde se pueda indemnizar a las víctimas, pero sin aceptar explícitamente una falta de parte de la marca. También es casi seguro que el monto a pagar por la subsidiaria de Alphabet no sea ni de cerca lo suficientemente alto como para amenazar a la marca o enviar un mensaje.
Resulta incierto si el reciente enfoque en privacidad realmente está haciendo a las empresas cambiar el enfoque de sus negocios. La gran mayoría de los procesos legales corresponden a prácticas que se tenían en forma hace un par de años, por todo el proceso involucrado en la investigación previa. Podría pasar un poco de tiempo para ver una demanda que aborde la nueva visión de las marcas en torno al tema. Tal vez entonces habrá amonestaciones severas.
Los problemas de la privacidad
Cabe destacar que, aún cuando es un tema frecuente en los litigios legales, no siempre que una empresa recibe una demanda es por cuestiones de privacidad. Hace unos días que a McDonald’s se le intentó obligar a poner mejores sistemas de salubridad usando una ley para cerrar clubs de striptease. Hertz y Accenture se pelearon por el incumplimiento de un contrato. Y Ubisoft quiere llevar a la corte tanto a Apple como a su rival Google por un supuesto plagio.
Pero en el caso de la privacidad, este tipo de demanda es más delicada por la gran dificultad de asegurar los datos de los consumidores. Varios estudios creen que los avances en Big Data tienden a dificultar la protección de los insights del público general por su misma naturaleza. La IEEE afirma que las propuestas regulatorias (legales y auto-impuestas) no son tan efectivas. Y en datos de Iron Mountain, aún falta que se le perciba como una inversión y no como costo.