En México hay alrededor de 1 millón 795 mil personas con algún tipo de discapacidad -equivalentes al 1.8 por ciento de la población del país- y de ellos, el 15.7 por ciento es sorda o tiene problemas auditivos, según datos del más reciente Censo de Población y Vivienda del INEGI, realizado en 2010. 

En Estados Unidos, el 7 por ciento de la población mayor de 65 años padece algún nivel de sordera, al igual que el 1.7 por ciento de los estadounidenses de entre 45 y 64 años, así como el 04 por ciento de las personas entre 18 y 44 años de edad, de acuerdo con la firma de investigación Statista.

Para las personas que tienen algún nivel de sordera o pérdida de la audición, suele ser muy complicado realizar actividades cotidianas de ocio, como escuchar música, ir al cine o ver la televisión, pues deben acercarse mucho a la fuente del sonido.

Para contrarrestar este problema, la marca Turtle Beach lanzó los altavoces HyperSound Clear, especialmente diseñados para personas con pérdida de audición.

En realidad se trata de dos emisores con forma de altavoces, enlazados a un procesador digital de señal que se conecta a la televisión, el home theater o cualquier otro dispositivo de sonido. Los emisores envían una señal de ultrasonido  que dirige los sonidos directamente hacia nuestros oídos.

Para ayudar a los usuarios a posicionar los altavoces, estos incluyen en su diseño un fondo hecho de espejo. Los altavoces están bien posicionados cuando el usuario es capaz de ver su rostro reflejado en cada uno de ellos.

De acuerdo con Adam Rosenberg, colaborador de Mashable.com, quien padece de pérdida del oído, el efecto es similar a traer un par de audífonos puestos. “El audio que sale de la televisión se escucha como si estuviera dentro de tus oídos. Los diálogos se escuchan claramente aún cuando haya sonidos ambientales de fondo”.

Turtle Beach no venderá estos altavoces en las tiendas de retail u online, sólo estarán disponibles a través de médicos seleccionados e instituciones de salud y tendrán un costo de mil 499 dólares. La decisión de limitar su venta a este tipo de canal tiene el propósito de no hacer del producto un artículo para melómanos o entusiastas del sonido envolvente para ver películas, sino dejar claro que se trata de un artículo que ayuda a las personas con pérdida auditiva.