La productividad es clave para la economía de un país. Las cifras de la OCDE revelan los países en los que la hora de trabajo promedio contribuye más al PIB. Una hora de trabajo en México contribuyó con 20.5 dólares a la economía, mientras que en Irlanda esta contribución se reflejó en un promedio de 95.5 dólares.
El año pasado, el Índice Global de Productividad Laboral de la Economía (IGPLE), con base en horas trabajadas, reportó una disminución de 0.8 por ciento respecto al mismo trimestre de 2017 en México.
Dos de los tres sectores económicos del país fueron los más afectados por esta baja: las actividades secundarias (industria y manufactura), con una contracción de 2.1 por ciento y las terciarias, con 0.7 por ciento.
La productividad es tan importante para las compañías que su índice nacional es una cifra a la que las firmas permanecen pendientes, además de las nuevas herramientas que permitan corregir la dilación y promover la productividad.
Sabemos que la dilación es la demora o el retraso de un proceso que se debe concretar. En la industria laboral, diversos factores pueden influir para que el empleado caiga en la dilación, pero también hay soluciones. Las reglas que promueven la activación de los procesos, son una de las herramientas que la contrarrestarán.
Maneja tus emociones
Las emociones juegan un papel fundamental para que el profesional decida postergar una actividad. Pero como regla, debe identificar lo que siente, aceptarlo y dejarlo de lado lo más pronto posible.
Sin embargo, Tim Pychyl, profesor de Psicología y miembro del Grupo de Investigación sobre Procrastinación en la Universidad Carleton en Ottawa, Canadá, dijo a The New York Times que “la procrastinación es un problema de regulación de emociones, no un problema de gestión de tiempo”.
Es decir, las emociones impacta más de lo que el empleado cree y de lo que el empleador considera, por ello es importante atender esa parte para recibir mayor productividad.
Organiza por horas
La mayoría de las compañías en México tienen establecido un lapso laboral de 8 horas, por lo que puedes descartar un tiempo para tus alimentos, pero designar actividades base por horas y en las restantes, realizar las actividades que surgen en el día a día.
Tener una lista es un paso que el cerebro registra como responsabilidad y el empleado de alguna manera tendrá un lazo que lo ate a la realidad.
Usa un método
El método Bullet Journal indica que se debe comenzar a escribir en las primeras páginas un índice, con tareas, fechas, y demás apuntes generales; después, tareas destinadas por mes con fecha marcada.
Luego, por día, más adelante por hora y finalmente designar las tareas y eventos con notas cortas para identificarlas fácilmente e ir tachando los avances.
Los dos minutos
Surgió a partir del método Getting Things Done (GTD) desarrollado por David Allen, que sugiere crear listas de tareas específicas para cada contexto y consiste en que si algo toma menos de 2 minutos realizarlo, hacerlo.
En lugar de postergar esas actividades sencillas, irlas acumulando y que al final impacten en la productividad, hay que hacerlas de inmediato.