No sólo con reducir la cantidad de grasa y calorías en los alimentos es la única vía para reducir los niveles de obesidad en el mundo —el incremento en la actividad física y la educación nutrimental son las otras dos vertientes clave—, pero sin duda lo que acaban de realizar varias empresas del sector en los EUA es un buen avance.
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Resulta que la semana pasada, 18 empresas en la Unión Americana, entre ellas Kellogg, Pepsi, Kraft, Campbell y General Mills, han cumplido con su promesa de restarle contenido de grasa, sal y azúcar a 171 productos que se comercializan entre el público infantil.
La medida es la respuesta al compromiso que fundaron prácticamente todas las firmas de la industria con el afán de producir sólo alimentos saludables para los niños, cuyos criterios nutricionales uniformes sobre categorías específicas, permiten la comparación de los valores relativos a los alimentos a través de productos y marcas.
Cabe señalar que hasta este punto, no todas las recetas han cambiado, como se mencionó, únicamente las que 171 productos, pero las empresas se han comprometido a no hacer publicidad de esos alimentos hasta que confirmen que se ha cumplido a cabalidad con los estándares acordados.
Entre las empresas que todavía no se han ajustado a dichos criterios se encuentran Coca Cola, Ferrero EUA, Hershey, Hillshire Brands y Mars, aunque se han comprometido a no promover sus marcas entres los niños menores de 12 años.
Ahora, para que estas mismas firmas y los gobiernos del mundo sean consecuentes y congruentes en todos aspectos, se esperaría que semejantes medidas se conviertan en estándares de carácter mundial y en beneficio de la gente y sus sistemas de salud.