Rusia.- La cadena de comida rápida, icono de la cultura estadounidense, se encuentra en el medio de las tensiones entre Moscú y Washington. De hecho, 200 de los establecimientos (de los cerca de 450 que poseen) en Rusia, se encuentran bajo investigaciones gubernamentales por temas sanitarios o financieros, mientras en las últimas semanas, han sido cerrados 9 restaurantes.
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La actitud del gobierno ruso es vista como una retaliación ante las sanciones impuestas por Estados Unidos tras el rol jugado por Moscú en la crisis con Ucrania. El uso de las regulaciones de seguridad y salud, es un ‘instrumento; usado por el Kremlin para nivelar disputas políticas, como señalan numerosos expertos.
McDonald’s, que tiene presencia en Rusia desde1990, generó ventas anuales de 2.200 millones de dólares en 2013, lo que representa un 8 por ciento de las ventas mundiales de la empresa estadounidense.
En un comunicado reciente, tras la suspensión de las operaciones de los 9 establecimientos cerrados, McDonald’s ha señalado que no están de acuerdo con la decisión y que apelaran a la misma. Sin embargo, los entendidos en negocios en Rusia, señalan que un cambio en tan sentencia es muy difícil, debido al sistema y la ‘posición” del gobierno.
Un cierre masivo de los restaurantes de McDonald’s podría en juego el empleo de 37.000 personas y el de numerosos granjeros y proveedores locales.
