Internacional.- Habitualmente los patrocinadores deportivos son bastante tajantes cuando alguno de sus embajadores de marca incurre en actividades que puedan dañar la imagen de ésta, especialmente cuando se habla del consumo de sustancias ilegales (tan sólo hace falta preguntarle a Lance Armstrong); sin embargo, en algunas ocasiones las marcas muestran su lado más humano y permanecen al lado de los atletas en sus momentos más  obscuros como lo ha hecho Reebok.

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Luego de que el campeón semicompleto de la UFC, Jon Jones, anunciara este martes por la noche su ingreso a un centro de rehabilitación para eliminar su adicción a la cocaína, Reebok, uno de los principales y más recientes patrocinadores del peleador, informó que se mantendrá al lado del mismo pese a su drogadicción, problema que esperan poder ayudar a solucionar.

La revelación por parte del peleador de artes marciales mixtas llega a menos de un mes de haberse convertido en embajador global de la marca británica, junto a Ronda Rousey, y tan sólo un par de meses después de que Reebok se convirtiera en patrocinador oficial de la competición.

De esta forma la firma británica ha optado por seguir un camino muy diferente al que nos tienen acostumbradas las grandes marcas como Nike, quien el año pasado rescindió el contrato de cuatro de sus embajadores Ray Rice, Oscar Pistorius, Adrian Peterson y el propio Jones, de quien decidió alejarse luego de un altercado protagonizado durante una rueda de prensa en agosto pasado.