México es el octavo destino a nivel mundial dentro de la lista de registros de turistas extranjeros, revelan estudios de PwC. Esto significa mayores oportunidades de crecimiento por parte de las cadenas hoteleras, mismas que localizan diferente tipo de robos sin importar la nacionalidad de sus huéspedes.
Asimismo, los hoteles parecen ser un amplio campo de robo, pues se dan casos en los que el huésped toma como suyos lámparas, plumas y toallas, sólo por mencionar algunos objetos. En relación, el sitio España Travel revela que existen ciertos objetos que pueden ser sacados del hotel sin ningún problema.
Ejemplo de esto son los productos de baño, discos que se dan dentro de ciertos hoteles. Asimismo, existen restricciones en revistas y sábanas, mientras que los que obtienen un rotundo “no” son las toallas y manteles.
En relación, datos proyectados por Statista revelan que hay tres clases de productos que son robados con mayor frecuencia de los hoteles.
1. Papelería
Plumas, tarjetas de presentación, libretas y letreros de “no molestar” figuran en la lista de los artículos más robados por los huéspedes. Asimismo, esto puede beneficiar al hotel ya que representan una forma de expandir el nombre de la marca al sacarlo de su entorno común. Estas compañías ponen especial cuidado en dichos productos, pues siempre incluyen el nombre de la cadena en cada uno de ellos.
2. Pantuflas
Existen hoteles que dan este producto a sus huéspedes, asimismo, en la lista también están las sábanas y fundas de almohada. En relación, el sitio España Travel revela que se roba porque el huésped siente que tiene derecho porque realizó el pago y porque no hay detector de seguridad al salir de la instalación.
3. Llave de cuarto
Aunque ocupa el último lugar en la lista, robarse le llave puede traer consecuencias al hotel, pues pese a que disponen de una copia, implica sacar otras para tener en stock. Al igual esto no representa beneficios para la compañía –como en el primer punto– pues las llaves o tarjetas no sirven para otra cosa fuera del sitio.
