Leica la primera cámara compacta de película de 35 mm se fundó como empresa en 1913 en Wetzlar Alemania. Esta marca es una de las primera lovemarks de la historia, fotógrafos de todo el mundo juran sobre la calidad del producto. El grado de obsesión por los consumidores es tal que una cámara Leica Serie 0 se vendió en 2012 en una subasta por 2.16 millones de euros. Es importante notar que este no es un producto para cualquier comprador, la serie M9 puede costar desde 7,000 dólares sin contar accesorios y lentes. En cierta medida son los inventores del gadget de alta calidad y precio.
La marca Alemana ha lanzado una serie de campañas durante sus 100 años de existencia y hasta el momento reflejan la misma pasión que hay en su producto. Un ejemplo es el spot de 2 minutos creado por F/Nazca Saatchi & Saatchi que busca recrear imágenes emblemáticas con una narrativa muy pasional sobre el rol de la marca en la historia moderna.
Otra muestra, tal vez más radical, del esmero que requiere el producto es un spot de 45 minutos que sólo muestra el proceso de pulido del cuerpo de la cámara. Seguramente la mayoría de los consumidores perderán atención al tercer minuto; sin embargo, el mensaje queda claro. Este último detalle no pasó desapercibido para el equipo de marketing de Leica, la empresa llamó al comercial “¿el spot más aburrido jamás producido?” la estrategia creativa es impecable, sólo lo más aficionados al círculo rojo entenderían su valor.
The Most Boring Ad Ever Made? from Leica Camera on Vimeo.
Por último la versión del 2012 de Wim Wenders para promover la M8 digital. Un claro ejemplo de la relación emocional entre los usuarios de la marca y su cámara. El pequeño círculo rojo seguirá entre las marcas más emocionales en la medida en que mantenga ese compromiso con la calidad.