Hace unos días tuve una junta con unos prospectos de clientes que buscaban mi opinión sobre cómo mercadear un producto. Los directivos, eran definitivamente Baby Boomers, y yo escuchaba pacientemente el diagnóstico que ellos mismos hacían de su caso.

Era muy interesante escuchar cómo, más que mi ayuda, estaban buscando la reafirmación de sus propias ideas.

Discutiendo sobre lo que mencionaban, hablaban sobre el futuro de la televisión. Decían que el futuro de la televisión estaba en la TV por cable, y que en el futuro cercano veían sistemas de cable con miles de canales, en donde, mientras la cantidad de canales de cable tendía a infinito, el rating tendería a cero.

Una vez que escuché con detenimiento sus ideas, entonces hablé y expuse lo que yo pienso y me atrevo a predecir. Mi visión es que la televisión como la conocemos va a desaparecer; es más, es un animal herido de muerte que en cualquier momento perecerá. La televisión por cable es cosa del pasado, así como la televisión aérea. Esto no significa que mañana dejará de haber TV; pero en el transcurso de los años dejará de existir.

Lo que sustituirá (y de hecho está sustituyendo) a la televisión, serán los servicios en demanda vía streaming por internet para televisiones inteligentes, o dispositivos conectados a la televisión (como Roku o Apple TV).

Servicios como Netflix, Veo, Hulu, Crunchy Roll o el WWE Network son los sistemas que se emplearán para distribuir contenidos, y el binge watching (ver varios capítulos de una vez) es lo que mucho del mercado meta practicará. Bajo este contexto, las estrategias para generar comerciales audiovisuales deben cambiar radicalmente ya que en un mundo en el que se le puede dar Fast Forward (adelantar) los comerciales; será muy complicado lograr que vean nuestra pautas.

El paradigma debe cambiar, la promoción tendrá que cambiar y las estrategias deberán ser diferentes. El uso de otras herramientas como el product placement será de absoluta relevancia para los planes de mercadotecnia actuales.

En lo que coincido con mis interlocutores es que la cantidad de canales tiende a infinito y por lo tanto el rating tenderá a cero. Pero ello es debido a la cantidad de canales de distribución bajo diferentes plataformas, pero no debido a la popularización de la TV por cable o satélite, cuya penetración de mercado cada vez será menor al ser sustituida por opciones en línea con dispositivos distintos o con televisores inteligentes.

No es de sorprenderse el que mis oyentes se quedaron atónitos; impávidos. Me observaban con desconfianza y desdén. No podían creer lo que estaba diciendo. ¿La muerte de la TV? Me veían como si estuviera definitivamente orate. Yo mantuve mi postura; y ellos, realizarán su plan a diez años en medios tradicionales. En fin, ya termino esta columna porque hay dos episodios de Breaking Bad que aún no he visto.