México, DF.- En la última década, México se ha posicionado como uno de los países más violentos del mundo, desde que el ex presidente Felipe Calderón lanzó la llamada lucha contra el narcotráfico, hasta la fecha, han muerto aproximadamente 150 mil personas. Pero la situación de violencia, además de a los ciudadanos, también ha afectado a diferentes empresas.

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Recientemente se dio a conocer el caso de cuatro camiones de Coca Cola que fueron quemados en el municipio de Arcelia, Guerrero, presuntamente porque los empleados de la refresquera se habrían negado a pagar las “cuotas” que cobran los grupos delincuenciales en esa zona.

Posterior a estos hechos, diversos medios locales dieron a conocer que la empresa informó sobre el cierre de su planta productora en esa zona de la Tierra Caliente, toda vez que los trabajadores fueron amenazados.

La situación de violencia en general en México es complicada, pero la zona de Tierra Caliente (formada por municipios de Guerrero, Michoacán y el Estado de México) destaca por el control que tienen los grupos delictivos. Al caso de Coca Cola se suma el de dos empresas constructoras que realizaban trabajos de reconstrucción por los daños del huracán Manuel, las cuales tuvieron que retirarse tras haber recibido amenazas.

En los constantes enfrentamientos entre las bandas rivales o contra las fuerzas policiacas, los delincuentes suelen utilizar camiones repartidores de diferentes empresas, desde refresqueras, panificadoras o autobuses de pasajeros, que dejan pérdidas millonarias.

De acuerdo a estudios del Banco Mundial, el BID y Foro Económico Mundial, México es de los países en donde las empresas registran mayores costos económicos por crimen y violencia, al obtener una calificación de 2.8, de 7 posibles.