Por Camila González
Twitter: @camilaglz
érase el año de 1978 cuando muchos anuncios sembraron en los televidentes mexicanos el aprecio y cariño por ciertas marcas, algunas desaparecidas y otras transformadas, pero al final, convertidas en emblemas de imaginarios sociales. ¿Qué ha representado una marca de chicles, una de coches y una de juegos, incluso hoy 33 años después? La videoteca Huellas de la publicidad nos regala estos anuncios.
Bonafina se vale de una escena que, hoy en día, parece una caricatura de los roles de género, el masculino, en este caso: trabajo burdo y fuerza bruta, estereotipos de masculinidad. Y, asimismo, la imagen de una mujer bella que calma la sed, sí con la naranjada, pero con su figura también. Ella se presenta como un oasis al momento del cansancio y el calor, sí por su belleza y lo que representa. Especulo. Me encanta hacerlo. Lo cierto es que este juego, tres décadas después, aún existe, pero ahora diversificado en otros sabores.
AÑO: 1978, MARCA: Bonafina, CATEGORÍA: bebidas de frutas.
Uno de los muchos productos que a pesar de su ausencia no deja de ser recordado, con cierta nostalgia, es Motitas. Eran los chicles de la infancia, hoy ninguno sabe igual. Lo fantástico es que hace 30 años prometían ser inolvidables y, lograron su cometido a través de, entre otros elementos, un anuncio animado básico, infantil y sin mayores pretensiones.
AÑO: 1978, MARCA: Motitas, CATEGORÍA: gomas de mascar
Dice esta pareja que para casarse le faltaba algo fundamental. ¿Amor?, diría yo, no, un coche. Sensacional el esquemático planteamiento, además, es interesante que no les hacía falta uno cualquiera, sino un Vocho. Ahí sí me hace sentido, lo que esa pareja necesitaba era un icono de la clase media mexicana, un emblema de aceptación social, tener onda… ¿Qué mejor para decir de un coche más que no es sólo un coche? El Vochito siempre gana, ni modo.
AÑO: 1978, MARCA: Volkswagen, CATEGORÍA: autos/ motos crédito