Estados Unidos.- La capital mundial del juego y del box será la sede de un enfrentamiento que, se espera, sea realmente a todo o nada; en especial para el republicano Donald Trump, que debe recuperar la diferencia que, según las encuestas, le lleva su rival.
Este miércoles 19 de octubre desde las 20 hora México (22 de Argentina y 3 AM del jueves en España) será el tercer y último debate entre Donald Trump y Hillary Clinton en la carrera presidencial para suceder a Barack Obama y gobernar los Estados Unidos durante cuatro años.
El encuentro será la Universidad de Nevada, en Las Vegas, a pocos días de las elecciones del próximo 8 de noviembre.
¿Qué se puede esperar?
A priori, todo indica que Trump tomará la ofensiva porque según los últimos sondeos la demócrata lleva una ventaja de al menos 7 puntos. El problema es que los antecedentes no son buenos en materia de encuestas en ninguna parte del mundo.
Basta recordar que nada hacía prever que los británicos votarían a favor de dejar la Unión Europea, y el Brexit es un hecho. Lo mismo con la decisión de los colombianos de acordar con las Farc: las encuestas decían una cosa, y la realidad fue muy diferente.
Según los medios estadounidenses, se espera que Trump continúe con su estrategia de denunciar un complot político-mediático en su contra. Algo que ya viene haciendo desde hace unas semanas y que se potenció luego de las denuncias de mujeres que juraron haber sido abusadas por el magnate hace años.
Por ahora, el promedio de muestras nacionales de RealClearPolitics le asigna a Clinton la delantera en estados clave como Florida, Pennsylvania y Colorado.
El debate será transmitido por la mayoría de las cadenas de TV, varias con doblaje simultáneo. Además, algunas tendrán transmisiones en vivo y en directo mediante YouTube y la plataforma Facebook Live.
El avión de Donald Trump junto al avión de campaña de Hillary Clinton, en el aeropuerto McCarran de Las Vegas. 😀 pic.twitter.com/wtFQCAvnT9
— Jabond007® (@007DoctorNo) 19 de octubre de 2016
El papel de Michelle Obama
Hillary Clinton recibió numerosos apoyos públicos en las últimas semanas de campaña, desde medios de comunicación que siempre se mantuvieron neutrales en las presidenciales, hasta figuras del espectáculo.
Un apoyo clave fue la insistencia de la primera dama Michelle Obama para que los estadounidenses voten por Clinton. La esposa del presidente goza de una de las imágenes positivas más altas del país, por lo que se espera que se traduzca en votos.
Sin embargo, muchos ven que el apoyo tan explícito de Michelle no hace otra cosa que resaltar las diferencias con Hillary, poniendo a ésta en una situación más vulnerable en la comparación.
El problema del video de Michelle Obama apoyando a Hillary es que me hace querer votar por Michelle Obama, no por Hillary.
— Natalia Torres (@natiftorres) 18 de octubre de 2016