La economía de México está pasando por uno de los momentos más complicados de los últimos seis años, pues nos tenemos que remontar al 2008, cuando la economía de los Estados Unidos se desaceleró debido al problema de la falta de pago de las hipotecas que desencadenó un problema financiero de orden mundial. Ahora las cosas son diferentes, el problema es interno debido a que las multicitadas reformas estructurales del gobierno en turno no han estimulado el desarrollo económico del país, por el contrario, reformas como la hacendaria están ahogando a las compañías porque no alientan la inversión en activo fijo, generan más carga tributaria y provoca que las compañías se queden sin dinero para pagar a proveedores, por lo que se genera un círculo vicioso entre todos los actores de la economía, que se paraliza económicamente el país, además de que la confianza del consumidor en México disminuye porque no se generan empleos y porque los salarios no están reconociendo los efectos de la inflación.

Mientras el gobierno se desgasta en refutarle a un especialista en economía si estamos o no en recesión, que obviamente, ningún gobierno reconocerá esta situación porque perderá popularidad ante los seguidores que lo llevaron al poder, las empresas están viviendo momentos muy complicados, tratando de ingeniárselas para sobrevivir a través del recorte de gastos por todos lados para poder pagar la nómina y los impuestos. Entrando en este contexto algunas de las compañías se están equivocando en su estrategia de recorte de gastos y le están pegando al presupuesto de rubros importantísimos que lejos de ayudar perjudicarán más el accionar de las mismas. A continuación mencionaré algunas de las cosas que debemos tomar en cuenta en momentos complicados a nivel macroeconómico:

1. Contratar publicidad para promover los productos

Una pésima estrategia de recorte de gastos es meterle mano al presupuesto de propaganda y publicidad, ahora es cuando más debemos promocionar los productos, sobre todo aquellos en los que estamos obteniendo crecimiento en relación con el año anterior. Hay que buscar los medios adecuados y ser muy certeros a la hora de decidir cuál es el que beneficiará más al producto, además de que fiscalmente el gasto en publicidad es deducible al 100%.

2. Invertir en capacitación

Es el momento de enviar al personal a cursos donde nos ayuden a agregarle valor a los clientes, de posicionamiento en diversos puntos de venta y en internet, de mejorar la calidad de los productos, de cómo hacer diferencias respecto de nuestros competidores, de cómo mejorar el manejo de nuestras redes sociales para impactar a los consumidores y así obtener un ventaja competitiva en relación al mercado en el que se desarrolla la empresa.

3. Sacar nuevos productos al mercado

Es el momento de que se nos ocurran ideas geniales para lanzar nuevos productos que podrán ser la diferencia entre quedarse estancados junto a la tendencia de la economía nacional o dejar atrás los focos rojos y despegarse de manera definitiva rumbo a la obtención de un crecimiento en ventas respecto al año anterior, derivado de un proceso constante de innovación.

4. Mejorar el sitio web

Si no modernizamos nuestro sitio web y no lo utilizamos como una herramienta para atraer clientes, estamos en un gran problema, recordemos que hoy en día, representa la imagen de nuestra empresa y si no estamos a la altura de compañías que tengan un sitio con una imagen vanguardista y dentro del contexto de la tendencia mundial, seremos una empresa poco atractiva para el consumidor. Recordemos que el sitio web no sirve únicamente para atraer al consumidor nacional, también podemos atraer consumidores del extranjero y en tiempos difíciles lo importante es ir sumando.

A manera de reflexión, resulta importante comentar, que la mayoría de las empresas que tienen que dejar de operar en época de crisis es a causa de tomar malas decisiones y no precisamente porque les haya afectado de manera contundente la situación económica, pues derivado del pánico, del nerviosismo en los mercados y de la urgencia por incrementar las ventas, se ven en la necesidad de hacer recortes de gastos en áreas clave de la organización, reducen precios de sus productos, despiden personal clave, dejan de pagarle a proveedores, contratan créditos que más adelante no podrán cubrir y legalmente se convertirán en un dolor de cabeza. Lo que tenemos que hacer en tiempos complicados a nivel macroeconómico es actuar con inteligencia, ser proactivos, reaccionar a tiempo y generar ventajas competitivas respecto de nuestros más cercanos rivales para procurar una buena salud financiera de nuestra entidad económica.