Buenos Aires, Argentina.- Todo lo que hay que tener en cuenta a la hora de dejar de ser empleado y lanzarse al mundo de los emprendimientos comerciales pequeños, como una tienda de alimentos, de golosinas, bebidas y tabaco. Excelentes consejos que el sitio especializado Infokioscos preparó en base a su interacción con propietarios.
La decisión de dejar de ser empleado y pasar a ser dueño del negocio propio es un paso difícil. En la Argentina, uno de los comercios más comunes que un cuentapropista suele instalar es un kiosco (o drugstore, tienda, despensa, almacén, según cómo se lo denomine en tu país).
El portal especializado en este tipo de comercios, Infokioscos, resumió de manera excelente –en base a su interacción con los comerciantes– algunas de las claves que hay que tener en cuenta antes de emprender el negocio. Si bien son específicamente para Argentina, en la mayoría de los casos serán fácilmente trasladables a otras latitudes.
1. Elegir una buena ubicación. Si nuestro kiosco está en un local donde sólo pasan cinco autos por día y 20 personas caminando, no esperemos milagros. Aunque parezca algo simple, este detalle muchas veces es pasado de largo. La ubicación debe ser estratégicamente seleccionada. Si uno se pone a pensar es sentido común: donde más gente transita, más ventas potenciales vamos a tener.
2. Público cautivo. Lo recomendable siempre es tener edificios públicos o compañías grandes cerca. También escuelas, fábricas, hospitales, sanatorios, dependencias, universidades, jardines, lugares de recreación o salones de eventos, por ejemplo. Todos son potenciales clientes.
3. ¿Cómo analizar el lugar? Una primitiva –pero buena y económica– forma de saber si un lugar es adecuado es hacer lo siguiente: antes de arrendar, pararse un día normal (no un domingo ni un feriado), y contar a las personas (sí, de a una) y los autos que pasan por el sitio durante varias horas. Eso permitirá saber cuantos clientes se pueden llegar a captar. En el caso de los automóviles, es vital que puedan estacionar frente a tu tienda o muy cerca.
4. Contar con otros ingresos. Mucha gente piensa que puede poner un negocio y, al mes, comenzar retirar un sueldo para vivir. “Esa es una de las peores mentiras”, aseguran en Infokioscos. Un negocio de este tipo, sea kiosco, despensa o drugstore, necesita mucha inversión durante los primeros meses de vida. Esto dependerá del capital inicial y el surtido de mercadería y servicios ofrecidos. Lo más lógico: pensar que al menos por unos 6 meses no se podrá sacar ni un centavo de ganancia, y tampoco mercadería.
5. Entender cual será la ganancia. “Vemos a menudo que las personas que ingresan al rubro no tienen mucha idea de números, y cuando se les pregunta, no saben aproximadamente cual es su ganancia”, detalla el medio especializado. “Cuando uno es empleado, uno gana un sueldo; pero cuando uno es dueño, lo que tiene es una ganancia que puede ser calculada diariamente, semanalmente o mensualmente”.
Ejemplo. Supongamos que sólo vendiera caramelos y que vendo 1.000 caramelos en el mes. Que cada caramelo me cuesta 1 peso de costo y que yo los vendos a 1,50. Mi ganancia en un mes, por vender 1.000 caramelos, será entonces de 500 pesos. Pero esa no es la ganancia final neta. A esos 500 pesos hay que restarle todas las erogaciones o gastos fijos que mensuales. En este ejemplo, supongamos que pagamos 200 pesos de renta, 50 pesos de luz, 50 pesos de Internet y teléfono, 100 de impuestos, 30 de agua y gas, 20 de movilidad para ir a hacer las compras y 20 en publicidad. Nuestros costos fijos serían de 470 y nuestra ganancia final neta mensual sería de… 30 pesos.
6. ¿Conviene tener empleados? El hecho de tener que atender varias horas al día un negocio lleva a pensar que se va a necesitar al menos un empleado. En muchos de los casos es difícil poder pagar un sueldo con las ganancias del negocio de los primeros meses. Algo similar sucede con la renta. Por eso es necesario que se analice antes quiénes lo van a atender y si se va a contratar algún empleado (siempre que sea de confianza). Hay que anticiparse a esto y reservar parte del dinero a invertir, para poder pagar los primeros sueldos, más allá de la ganancia que se obtenga.
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