Santiago, Chile.- Es probable que te guste tu trabajo, que tengas metas claras y que te sientas feliz con el rol que desempeñas, pero también lo es que, más de alguna vez sientas que no es posible seguir adelante, que tu cama te llama a gritos y harías cualquier cosa por volver a casa ahora, ya…pero no puedes. Compartimos contigo 5 tips para combatir el letargo en el trabajo.

Muévete. Cualquiera sea nuestra ocupación, por lo general pasamos muchas horas en un escritorio (el propio, la sala de reuniones, el casino, etc), lo que a ciertas horas- sobre todo después del almuerzo- nos produce somnolencia y desgano. Una vez que esto sucede, pareciera que no hay vuelta. Prevenir “ese minuto” es lo ideal. ¿Cómo? Moviéndote. El movimiento hace que tu cuerpo retome “su utilidad” y que el oxígeno llegue con más rapidez al cerebro y estés más alerta. Si tu oficina tiene ventanas clausuradas o ciegas, aprovecha parte de su horario de almuerzo para salir a caminar y respirar un poco de aire fresco.

Enfócate en un par de tareas urgentes. Si haces una lista enorme y sabes que no podrás cumplirla, el cansancio acumulado y la falta de movimiento harán que el letargo se haga cargo de tu energía. Concéntrate en un par de tareas, date un tiempo determinado y después de la meta propuesta, prémiate (un café, un chocolate, algo dulce puede darte la sensación de recuperar la energía).

Róbate algunos minutos.  Hacer algo que te motive, en medio de las horas laborales, puede ayudarte a recuperar energías. Róbate algunos minutos de la jornada y  aprovéchalos haciendo un alto. Escucha un par de canciones, escribe un mail a alguien querido, o conversa con algún colaborador que te caiga bien. A veces, incluso las mejores ideas para la empresa, surgen de esos “momentos robados”.

Inventa una frase motivacional. Lo que nos decimos en silencio, muchas veces tiene mucha más fuerza de lo que pensamos. Inventa algo que te motive y repítelo como mantra, tus ganas para seguir adelante no tardarán en volver.

Ordena. Has un cambio en tu escritorio, bota papeles, deshazte de lo que ya no sirve. Ordenar te ayuda a dejar de pensar concretamente, te descansa y cambia el switch. Verás como la energía vuelve a fluir después de un rato.