Internacional.- El empaque es el punto más cercano entre la mercadotecnia y el consumidor. Es la expresión física de lo que la marca aspira comunicar al comprador final, en ella se centra la esperanza de convencer –en última instancia– la compra del producto. La inversión en tareas de diseño de empaque no debería reservarse para marcas con grandes presupuestos de mercadotecnia. Según el Design Council de Gran Bretaña un producto en el anaquel del supermercado tiene menos de tres segundos para captar la atención del consumidor.
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Estos tres segundos son cruciales, en especial si se considera que más del 70 por ciento de las decisiones de compra se hacen en la repisa del punto de venta. En un supermercado tradicional se pueden encontrar más de 40,00o productos distintos, es indispensable que el diseño de empaque logre que el producto sobre salga.
El diseño de empaque cumple más de una función, no es un tema meramente estético, entre las más importantes:
- Vender el producto
- Proteger el producto
- Facilitar el uso del producto
- Entregar información off-package (por ejemplo QR Codes)