Aunque es difícil que las empresas pueden mantener el 100 por ciento de calidad en sus productos y servicios, no son pocos los casos en los que usuarios de internet buscan desprestigiar a una marca con acusaciones falsas. Si tienes un negocio te damos cinco consejos para salir adelante frente a estos trolls.

1. Ofrecer buenos productos y servicios
Es una obviedad pero esta es la clave para evitar enfrentamientos con usuarios que buscan atacar sin razón a una marca. Pero se debe tomar en cuenta que aunque la calidad ofrecida sea la máxima existe la posibilidad de errores humanos o técnicos que hayan provocado un incidente por lo que se debe iniciar de inmediato una investigación que vaya más allá de las redes sociales.

2. Contar con una base de fans
Cuando alguien ataca a una marca que tiene fans esta muchas veces ni siquiera tiene que dar explicaciones, son los consumidores contentos quienes ponen en su lugar a los demás cuando plantean quejas que no tienen razón. Cuando hay consumidores convencidos de la calidad estos se convierten en los mejores embajadores e incluso hacen el trabajo mejor que los community managers. Hay que puntualizar que estos fans deben ser reales y no pagados o en el peor de los casos bots.

3. Contactar públicamente al acusador
Si alguien tiene una queja por un motivo falso y lo hace público, es pertinente que quede de manifiesto que la compañía o negocio se comunicó con él o ella para solucionar su problema (aunque no tenga razón). Por lo regular la atención personalizada y pública acaba con la bravuconería.

4. No alimentar al troll
Hay usuarios que ponen una que otra queja sin argumentos, pero hay personas que dedican su vida y su tiempo a tratar de desprestigiar todo lo que puedan. Los trolls, personajes más bajos de la red que por lo regular se esconden en el anominato, viven de la atención, por lo que tienen a desaparecer cuando se les ignora.

5. Transparencia ante todo
Una de las claves para enfrentar las calumnias y contar con una base de seguidores creyentes en la marca es ser transparente, reconocer los errores cuando estos realmente ocurren, brindar la mejor información a los consumidores y estar siempre al pendiente de sus sugerencias.