Hubo una Ć©poca en la que los medios sĆ³lo debĆan producir piezas de informaciĆ³n o entretenimiento, generarse una lectorĆa o audiencia, y entonces las pautas publicitarias de las entidades pĆŗblicas y privadas llegaban tras una leve negociaciĆ³n. Pero este mundo se acabĆ³ y ahora los medios deben hacer toda clase de experimentos para tratar de ganar el dinero que solĆan facturar y la culpa de todo la tiene internet.
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Pero esto no es una queja en contra de la red de redes, ni mucho menos una aƱoranza sobre los tiempos pasados, todo lo contrario, es una celebraciĆ³n ya que este cambio propiciĆ³ una dispersiĆ³n de talento y recursos, que sin duda no serĆ”n la carretonadas de dinero que solĆan embolsarse los cinco cĆ©sares mediĆ”ticos de los 60, 70 y 80… pero que abre nichos de oportunidad para el talento.
Y a pesar de que, desafortunadamente, mucha gente es presa todos los dĆas de datos errĆ³neos y manipulados que provienen de blogs o fuentes que distan de lo profesional, aĆŗn prevalece una constante que no ha cambiado, y es que el contenido de calidad siempre genera seguidores.
Lo que sĆ ha cambiado, y que representa a cosas sobre las que se debe poner atenciĆ³n, son las siguientes:
1. Es mƔs rƔpido
El obtener la exclusiva o salir con los datos mĆ”s relevantes antes que otro medio siempre fue algo relevante y que aĆŗn funciona en todos los medios, el problema es que con la incursiĆ³n de las redes sociales, la dispersiĆ³n de la informaciĆ³n que genera pageviews (el injusto tirano de nuestros tiempos) presiona a los medios a tener el dato a mayor velocidad, en donde frecuentemente se sufre en la ortodoxia relativa a la jefatura de redacciĆ³n o de informaciĆ³n. Hay que tenerlo arriba, rĆ”pido y antes que todos para generar la tendencia y aprovecharla.
2. Lector de titulares
Cuando los maestros en las mesas de redacciĆ³n enseƱaban que una cabeza o titular debĆa ser el gancho para que el lector deseara leer una pieza, ahora sus lecciones tendrĆan que matizarse para seƱalar que tristemente en ocasiones es todo lo que el lector va a leer: la cabeza o titular y punto.
Por lo tanto, esa importante parte de una pieza de informaciĆ³n debe relacionarse con el resto de los datos, las fotos, las secundarias y las entradas, de tal forma que lleven al lector a dar clic a la pieza y esperar que ese pĆŗblico, en el mejor de los casos, lea completa la pieza y no que se quede sĆ³lo con las imĆ”genes anexas.
3. Posteo multi-mediƔtico
En la actualidad, una pieza de informaciĆ³n puede contener una cantidad de apoyos informativos que superan al texto y a la imagen con la que antaƱo se solĆa armar.
La posibilidad de pegar audio o video de apoyo, ya sea desde un canal de Vimeo, Youtube, Vine u otras plataformas de animaciĆ³n, abren una oferta que antes no existĆa, que enriquece a la informaciĆ³n si es usada profesionalmente y que ademĆ”s puede adquirir niveles de maestrĆa si se cuenta con infografĆas bien elaboradas tecnolĆ³gicamente, como las que hacen por ejemplo, el equipo de infografĆas del New York Times, del que mostramos este ejemplo brillante sobre la Copa del Mundo de Brasil, que verĆ”s al darle clic aquĆ.
4. EstrƩs financiero + alternativas comerciales
Y hay que seƱalar que semejante vastedad en posibilidades informativas lĆ³gicamente han incrementado la masa de consumidores de informaciĆ³n, aunque paradĆ³jicamente, en ciertos casos el tiraje de revistas y periĆ³dicos, asĆ como el rating de algunos canales de TV ha ido a la baja.
En tales situaciones, esos medios se han estresado financieramente, lo cual derivĆ³ en, dado el evento, dejar de publicar sus medios impresos o ser vendidos a otro grupo, como lo que sucediĆ³ recientemente con Time Warner en MĆ©xico, que prefiriĆ³ salir y vender a Grupo Editorial ExpansiĆ³n.
Y no resultarĆ” sorpresa seƱalar que el mencionado estrĆ©s financiero proviene de una combinaciĆ³n entre las diversas crisis internacionales de los aƱos recientes, de la fragmentaciĆ³n mediĆ”tica y de que la gestiĆ³n comercial de esos medios no ha sido capaz de compensar el balance entre la publicidad digital o web con lo que aportaba una pĆ”gina de publicidad impresa. La diferencia en tarifas y su prevalencia no tiene parangĆ³n.
Por esa razĆ³n y sumado al hecho de que el pĆŗblico esta sumamente mal acostumbrado a no pagar por informaciĆ³n de calidad (como durante aƱos sĆ lo hizo con el periĆ³dico o la revista impresa), lo gerentes comerciales de los medios han tenido que inventarse nuevos centros de ingresos que van de la venta de reportes especiales, a la instauraciĆ³n de tiendas virtuales, eventos educativos, publicaciĆ³n y venta de libros (que a veces son compilaciones de su propia cobertura), claro, ademĆ”s de otros esfuerzos que tienen que ver con estrategias de contenidos.
Como sea, la recomendaciĆ³n a todos lo medios es que busquen la manera de hacer que su labor de investigaciĆ³n y publicaciĆ³n digital tenga un valor para su pĆŗblico consumidor, el cual deberĆa tener la calidad profesional (en el caso de los medios especializados), personal y moral de pagar por esa informaciĆ³n, aunque fuera algo significativo.