El mercado de lujo se niega a renunciar a su relación con el mercado del espectáculo, en una colaboración que ha servido a lo largo de décadas en la que especialistas han observado y medido esta apuesta de las grandes marcas por las marcas de diversas personalidades del espectáculo.
La prueba más reciente de esta apuesta es la reciente campaña protagonizada por la actriz estadounidense Jennifer Lawrence para promocionar la nueva colección de bolsos de la marca en un hecho que tiene toda una serie de lecciones en mercadotecnia.
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La actriz #JenniferLawrence es la imagen de la nueva campaña de DIOR. pic.twitter.com/DR4OaXpYrT
— Stivi De Tivi (@StiviDeTivi) 2 de septiembre de 2016
Primero, la reciente ejecución publicitaria de la marca de lujo ocurre en un momento en que la prensa especializada nombró a Lawrence la mujer mejor pagada del mercado cinematográfico, lo que en relaciones públicas significa un momento pico en la curva del ciclo de vida de su marca personal, donde las marcas de lujo buscan asociarse con personalidades que encuentran la fortaleza de sus marcas, entre otros elementos, en los ingresos millonarios que registran.
Una segunda lección en mercadotecnia que podemos observar en esta campaña es la larga relación que guardan las marcas de lujo con las personalidades. Es una colaboración en la que no niegan la popularidad que guardan por la aspiración que representan y la oportunidad que sus accesorios como prendas, bolsas o automóviles representan para ese estilo de vida que se percibe en estas personalidades.
Debido a esto muchas de las marcas de lujo guardan relaciones con personalidades por muchos años, tal como ocurrió con marcas como Dolce and Gabanna con el gran referente de la cinematografía italiana Sophia Loren.
Another shot of that bonkers D&G Maradona/#Napoli/Sophia Loren tribute (be copies in Camberwell Sunday Market soon) pic.twitter.com/y2kVNE4i5v
— Matt Barker (@matthew_barker) 11 de julio de 2016
Pero también las marcas de este segmento de lujo apuestan por personalidades del espectáculo como estrategia para contar historias publicitarias en las que su papel empata con la estrategia publicitaria.
Ejemplo de lo anterior ocurrió con Susan Sarandon en su aparición para la campaña de Marc Jacobs en la que utilizó a personalidades como la actriz o modelos de la industria de la moda con una historia de sus vidas como protagonista de las ejecuciones publicitarias en las que aparecían.
La relación entre personalidades del espectáculo y las marcas ocurre como una estrategia que lleva a estas últimas a apostar por un mercado donde la aspiración y creatividad siguen siendo grandes determinantes para que el consumo de lujo permanezca y además, encuentre en figuras de la cinematografía, personajes que marcan esta experiencia de marca.